¿Nos creerías si te dijésemos que existe un sumidero de CO2 20 veces más efectivo que los bosques terrestres?
Se llaman praderas submarinas, ocupan menos del 0,2% de los fondos marinos, y son responsables de secuestrar el 10% del carbono anual almacenado en los océanos.
La tasa de secuestro de carbono en estos ecosistemas - a largo plazo - supera en más de 20 veces la de los bosques terrestres por unidad de área.
Cada especie de hierba marina tiene una capacidad diferente para absorber CO2. Los mayores depósitos de carbono se encuentran en praderas de especies del género Posidonia. Se distribuyen en la costa del sur de Australia y en el mar Mediterráneo, de donde es endémica Posidonia oceanica.
En el caso de las praderas oceánicas españolas, la cifra de CO2 que absorben asciende a más de 227 millones de toneladas de carbono.
Cambio climático y carbono azul
Hablamos de carbono azul para referirnos al carbono capturado por los ecosistemas oceánicos costeros del mundo. Actualmente, llegan a absorber el 55% del CO2 presente en la atmósfera.
Pese al papel clave que tienen estos ecosistemas en la absorción de co2 a nivel mundial, la UNESCO estima que se han perdido la mitad de los manglares del mundo desde 1940; una cuarta parte de las marismas desde el siglo XIX; y la mitad de los pastos marinos desde 1990.
Con el consecutivo riesgo que su degradación supone: advierten de que la destrucción de los bosques de algas, los pastos marinos, las ciénagas y los manglares provoca la liberación de miles de millones de toneladas de CO2 y otros gases de efecto invernadero. Concretamente, anualmente se liberan hasta 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono de los ecosistemas costeros degradados, lo que equivale al 19% de las emisiones de la deforestación tropical a nivel mundial.
En el caso de las praderas marinas, las praderas de Posidonia son muy sensibles a la temperatura. Su mortalidad se acelera partir de los 28℃ de temperatura. Teniendo en cuenta las proyecciones de temperatura y la tolerancia térmica de P. oceanica, los modelos pronostican la pérdida de gran parte de la extensión de posidonia a finales de este siglo.
Innoceana: Innovación en el océano
CO2mpensamos e Innoceana firmamos un acuerdo de colaboración para compensar la huella de carbono apoyando proyectos de reforestación de praderas marinas en las Islas Canarias.
Desde 2018 Innoceana trabaja en la protección de las praderas de fanerógamas marinas, conocidas como sebadales, en Canarias. Pese a su papel clave en los ecosistemas de las islas, en los últimos 30 años han desaparecido casi el 50% y está clasificado como especie Vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
Factores como el aumento de la presión humana que provoca la erosión de fondos marinos, vertidos de aguas residuales, modificación de la dinámica litoral por la construcción de infraestructuras y la sobrepesca están acelerando su desaparición.
Además, el aumento de las temperaturas de los mares por el cambio climático está favoreciendo la aparición de la cianobacteria Lyngbya que está provocando la muerte de los sebadales por asfixia.
El objetivo de este proyecto es la recuperación y conservación del sebadal en Canarias mediante la restauración de las praderas y concienciación de la población.
Innovación, educación y colaboración
Innoceana es una asociación sin ánimo de lucro fundada en España, Costa Rica y California. Se compone de un equipo joven internacional y multidisciplinar de ingenieros, biólogos y otras especialidades que creen firmemente en el cambio empoderando a las comunidades locales y creando una red global de centros de conservación y educación marina que protejan el mar para futuras generaciones.
Creemos que podemos preservar el océano para las generaciones futuras al empoderar a las comunidades costeras con herramientas educativas e innovadoras para la conservación. Nuestro equipo está creando una red mundial de centros de educación y conservación marina.
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