Género y cambio climático: otra cara de la injusticia climática

mujeres y cambio climatico

El cambio climático es una realidad que afecta ya a más de 3 mil millones de personas en todo el mundo. El aumento de las temperaturas, los fenómenos climáticos extremos, las sequías… son consecuencias que ya se sufren en buena parte del planeta. Sin embargo, no de una manera igualitaria.

Las poblaciones con menos recursos, así como mujeres y niñas, son especialmente vulnerables a esta nueva realidad climática.

Diversos estudios nacionales e internacionales invitan a analizar la cuestión del calentamiento global -y sus consecuencias- desde una perspectiva de género para comprobar que no ha hecho más que agravar desigualdades ya existentes.

Es clave recalcar que, estas lecturas no se hacen partiendo de la premisa de que las mujeres son más vulnerables o físicamente más débiles por naturaleza, sino desde contextos sociales.

Somos lo que consumimos

Las mujeres son las más afectadas por el cambio climático. Sin embargo, son las que menos emisiones emiten.

En un estudio realizado por el Instituto de la Mujer, se trató de hacer una comparativa de hábitos de consumo por género. El 72% de la población española considera importante la incidencia del consumo sobre el cambio climático. Analizando esta respuesta según el género de la persona encuestada el porcentaje de mujeres españolas es 10 puntos porcentuales superior al porcentaje de los hombres (77% en el caso de ellas y 67% en el caso de ellos).

Además, se demostró que las mujeres están más dispuestas a moverse en transporte público y que el 86,2% considera importante la sostenibilidad de los productos que compra, frente a un 69% de los hombres. Así como una tendencia mayor de las mujeres que de los hombres a la separación de los residuos y al uso de energías alternativas.


Puedes consultar todos los datos en este informe del Instituto de la Mujer.

El impacto del cambio climático desde la perspectiva de género

El cambio climático afecta a toda la población, pero son las personas más pobres del mundo y las que se encuentran en situación vulnerable, especialmente las mujeres y las niñas, quienes soportan las peores consecuencias de las tensiones ambientales, económicas y sociales. Así lo declaraba la ONU en su estudio sobre la relación entre género y cambio climático.

Las mujeres y las niñas suelen ser las principales responsables de tareas que cada vez es más difícil realizar debido a los impactos del cambio climático. Por ejemplo, en siete de cada diez países empobrecidos, especialmente en África subsahariana y Asia, las mujeres y las niñas son las encargadas de recolectar el agua. En épocas de sequía, las mujeres de las comunidades rurales suelen tener la responsabilidad de recorrer distancias cada vez más largas para conseguir agua y comida. Normalmente, estos trabajos suelen ser invisibles y no estar remunerados.

Salud

La OMS publicó su informe Género, cambio climático y salud en el que se recogía que la mayoría de los estudios realizados en Europa demuestra que las mujeres tiene mayor probabilidad de morir a consecuencia de fenómenos climáticos extremos, tanto en términos relativos como absolutos.

Los ciclones que asolaron Bangladesh en 1991 se cobraron la vida de 140.000 personas; el 90% de ellas eran mujeres.

Este tipo de catástrofes, explican los expertos, se debe a verios motivos. Entre otras cosas, por el hecho de que hay un mayor número de mujeres que de hombres que están confinadas en sus casas, cuidando de los niños y los objetos de valor. Incluso en caso de alerta, muchas mujeres pierden la vida esperando a que sus familiares regresen a casa para acompañarles a un lugar seguro

Migraciones climáticas

Según datos del Banco Mundial, el 80% de las personas desplazadas por desastres relacionados con el clima - migrantes climáticos - son mujeres. En estos casos, las niñas abandonan el colegio un 50% más que los niños, para ayudar a la familia a buscar sustento.

Además, en algunos países, y a causa de fenómenos meteorológicos extremos, los hombres emigran de las zonas rurales a las urbanas en busca de empleo, dejando a las mujeres a cargo de la tierra y el hogar, pero no necesariamente con los respectivos derechos legales o la autoridad social para hacerlo.

Violencia de género y cambio climático

El cambio climático agrava los conflictos en todo el mundo, las mujeres y las niñas son más vulnerables a todas las formas de violencia de género, incluidas la violencia sexual relacionada con los conflictos, la trata de personas, el matrimonio infantil y otras formas de violencia.

El matrimonio infantil, considerado también un acto de violencia contra las niñas, se ha observado en varias comunidades como medio para hacer frente a los desastres. En Bangladesh, Etiopía y Kenia, por ejemplo, el matrimonio infantil es una forma de asegurar fondos o bienes y recuperar las pérdidas sufridas debido a los desastres relacionados con el clima, como la sequía, las inundaciones repetidas y las tormentas más intensas.

La violencia de género es frecuente en las zonas de conflicto que, a su vez, también corren más riesgo de sufrir fenómenos meteorológicos extremos. Por ejemplo, las mujeres y las niñas de Colombia, Malí y Yemen corren un riesgo especial de sufrir violencia de género debido a la combinación de los efectos del cambio climático, la degradación del medio ambiente y los conflictos.

No habrá justicia social sin justicia climática

En la COP26, se celebró un día específico sobre la mujer. En el que Alok Sharma, presidente de la conferencia explicó que «Hoy es el día del género porque el género y el clima están profundamente entrelazados».

En un contexto en el que el cambio climático está cambiando la realidad de millones de personas, ¿cómo puede existir justicia social sin justicia climática?

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